Obligado a disminuirme me embarque en esto de ya no valorar más lo que aún, y asimismo, pienso. Tuve la suerte de echarme a rodar, pero abandonado por alguna razón, rodé cuesta abajo. He perdido, es claro, pero no me he mutilado.
Raspé la vida de algunos pocos y seguí rodando sin más hacia no sé qué hondonada. Desconsolado me perdí en la ceguera que me produce llorar y por ello he tomado de la nada lo poco que me dio una mujer que al costado del camino se sintió involucrada.
He dicho de mi llanto y lo he mostrado. Enjugue pañuelos como el mundo y me excuse cuando partí. Abrí mis brazos y me retraje luego de ver la espalda inmensa, que ni la noche traga, de la indiferencia. Pensé una vez más en vano y luego olvidé.
Herido por la esperanza inabarcable me desangré y ya sin sangre hablé de amor, de penas, de alegrías y otras posibilidades que pronosticaran un cambio de aptitud. He probado respuestas a preguntas que no lograba expresar. Me equivoqué, sin dudas.
Cada vuelta al planeta me ha retornado al mismo lugar y en las mismas condiciones. Estremecido y entumecido, absorto, me fui dando por vencido. No estás en ninguna parte y ya no me atrevo a buscarte dónde estés. Mejor dicho, ya nada me da igual. Me daré por hecho sólo contigo.
Raspé la vida de algunos pocos y seguí rodando sin más hacia no sé qué hondonada. Desconsolado me perdí en la ceguera que me produce llorar y por ello he tomado de la nada lo poco que me dio una mujer que al costado del camino se sintió involucrada.
He dicho de mi llanto y lo he mostrado. Enjugue pañuelos como el mundo y me excuse cuando partí. Abrí mis brazos y me retraje luego de ver la espalda inmensa, que ni la noche traga, de la indiferencia. Pensé una vez más en vano y luego olvidé.
Herido por la esperanza inabarcable me desangré y ya sin sangre hablé de amor, de penas, de alegrías y otras posibilidades que pronosticaran un cambio de aptitud. He probado respuestas a preguntas que no lograba expresar. Me equivoqué, sin dudas.
Cada vuelta al planeta me ha retornado al mismo lugar y en las mismas condiciones. Estremecido y entumecido, absorto, me fui dando por vencido. No estás en ninguna parte y ya no me atrevo a buscarte dónde estés. Mejor dicho, ya nada me da igual. Me daré por hecho sólo contigo.
Formidable, excelente, mucha profundidad, mucho sentimiento. Gracias por compartir tus pensamietos mas intrinsecos.
ResponderEliminarGustavo,
ResponderEliminarhe rodado por la vida regresando al mismo punto. Siempre termino igual: sintiédome "innecesaria" deshecha, inacabada sin él...
Y ni siquiera puedo tener su camiseta bajo la almohada.-)