Se que la canción está sonando porque mi piel vibra pero no la escucho. El cielo de este día parece para siempre y adivino verte aparecer detrás de una sombra. Siento la canción que no escucho porque la canción no ha terminado y suena. Quizás nunca vuelva a ser de noche, ni silencio de luz omnipresente y de canción interminable. La materia que es viva y enloquecida al oír tu nombre me arrebata los ojos. No lograré verte ni escucharé la canción hasta que deje de vibrar el cuerpo de mi cuerpo. Cierro definitivamente los sentidos para concentrarme hasta explotar desde la cicatriz del centro. Me muevo hacia todos los espacios de la casa y la canción suena y lo sé por mis manos que te buscan. La música sigue sonando y yo sin escucharla me recojo en pedazos y me voy juntando entre mis manos. No veo a quién canta la canción que no escucho pero se que sigue sonando entre las cortinas temporales. Nadie aparece de una sombra. Nadie aparece por una pregunta. Nadi
Habitaré tibiamente tus entrañas para salirme y volverme minúsculo, incompleto, ínfimo. Llenaré de silencio los mares, cruzaré de lado a lado la tierra. Volveré mi vista una y otra vez, para descifrarte y encontrar el canal que me devuelva. Lloraré mis dudas. Me haré más en vientres extraños, para ver el ciclo y elucidarlo. Abdicaré. La tierra me hará suyo, y me abandonará en lágrimas y sudor el agua. El viento me llevará consigo a dispersarme en otros ciclos. El fuego flameará mi olvido. GOC.