Sobre el caos una brisa tenue se abre paso entre la leve realidad que retuerce las tripas de los que se han olvidado la cara de todos y el hambre de todos. Sobre el ruido un silencio casto rompe la rueca y el engranaje estalla en las cabezas adustas de los que maldicen la espontanea forma de reproducirse de los pobres. Sobre el día que termina un claroscuro verifica la verdad como el ciego frente a lo intagible que cae dormido e ignorado por la bronca ajena por el dolor propio por el orgullo y por la desidia.
Habitaré tibiamente tus entrañas para salirme y volverme minúsculo, incompleto, ínfimo. Llenaré de silencio los mares, cruzaré de lado a lado la tierra. Volveré mi vista una y otra vez, para descifrarte y encontrar el canal que me devuelva. Lloraré mis dudas. Me haré más en vientres extraños, para ver el ciclo y elucidarlo. Abdicaré. La tierra me hará suyo, y me abandonará en lágrimas y sudor el agua. El viento me llevará consigo a dispersarme en otros ciclos. El fuego flameará mi olvido. GOC.