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Mostrando entradas de julio, 2008

Deleble

Leve como la pluma perdida de una paloma atestada en el aire espeso y gris del cielorraso de mi ciudad. Vaga como el deseo inefable que puebla mis fantasías en los rincones despoblados de esos refugios de sombras. Tenue como el velo locuaz que cubre el rostro sesgado por visiones escurridizas y rumores negros e inciertos. Suave como el indicio terso de un paseo por tu piel intentando descifrar signos en tus cicatrices de torpezas. Silente como el deseado eco de la correspondencia sutil que pueda darle el giro esperado al letargo agudo de tus calmas. Endeble como tu vida perdida por la voluntad no alcanzada y que hoy se esfuma de la memoria que te llora mientras te olvido. NOTA: Este poema fue escrito para Facebook: Escribe un poema y compártelo con nosotros .

Ciclos

Inequívocamente comenzaré siempre por el inicio chocando las copas con el vino y deteniendo la mirada partida sobre el fragor inquietante de tus ojos. Indudablemente desbordaré con excusas impares el cuenco de tu floja paciencia y partiré los frágiles peldaños salteando tus distracciones a merced. Inexplicablemente me dejarás una carta sobre la mesa y lloraré loco de penas para que inequívocamente termine siempre por el final.

Gabriel, el ciruja de las letras

[corto documental] por Rafael Flaiman y Yanina Muratore En el basural a cielo abierto de San Pedro, Buenos Aires, cientos de vecinos revuelven los desechos del resto en procura del sustento diario. Entre ellos, Gabriel, El Ciruja de las Letras, un anciano de 82 años, quien de entre la basura de la que come, rescata libros que lee y relee en su rancho de chapas y desde donde comparte cultura y educación con sus vecinos del barrio Los Cazadores, lindero al basural. Para más datos sobre la historia de Gabriel, sigue este enlace Para más datos sobre el autor: Implosion , http://implosionweb.vox.com Patas para arriba , http://patasarriba.vox.com La Cabalgata , http://lacabalgata.vox.com Este video concursa en el 15º Festival Latinoamericano de Video Rosario 2008 en la categoría Documental Social en Formato web. NOTA: Viví en este pueblo mis años más tristes. Quizás mi suerte echada, hubiese sido como la que recogió Gabriel, seguramente en un basurero pero siempre revelándos

Buen día

A los que olvidé en algunas mesas de la vida o al que dejé en mi pueblo cuando partí. A los que perdí en favores de amigos mejores o al que me ahorró alguna novia que me haría sufrir. A los que abandoné ya cansado de rescatarlos de si o al que lo devoró su ombligo no cicatrizado. A los que huyeron tras muchachas de muslos rojos o al que enloqueció en los brazos de una sirena muda. A los que partieron mi esperanza en una despedida o al que no cambió nada por nada ni nadie o acaso. A los que hurtaron las naranjas de mi infancia o al que saltó el cerco de mi paciencia. A los ausentes por mi condición de itinerante o al que se aferra en medio de todas las tormentas. A los presentes del mañana y que aún no conozco o al que vendrá para hacer que note la distancia. A todos los amigos que no frecuento para hacerlos libres o al que no acudo porque me basta con saberlo. "-Buen día del amigo, buena vida."

Orgullo

La perdida noche cálida de este invierno me llevó a las calles desconcertadas de esta Buenos Aires de gobierno frustrado. Las luces amarillas del alumbrado público oxidan el asfalto, mi ánimo y las sombras de los que aventan cervezas en los bares. Pienso en las contradicciones de mi pueblo, de toda esta gente que practicó un ejercicio de decisiones tomadas en el silencio del alba. Anoche conocí a Casciari y su efecto concreto, develando con destreza algunos secretos sabios y por los que me pasaré al otro lado del mundo. Pienso doblar en la próxima esquina y volver. Cruzaré la calle a mitad de cuadra, iré hacia mi casa, a mis papeles, a mi ordenador, a mi. Seguramente me aguardan verdades a medias tintas que no sabré sobreescribir o transcribir o prescribir para alejarme, encender la luz y restregarme los ojos. Ahora es muy tarde y Buenos Aires sigue allí y aquí bajo mis pies y sobre mi vista previa que reconoce los adoquines de un nuevo rumbo. En mi mesa esp

Frío en la ciudad

Bajé, con mi silencio áspero, con grietas de pensamientos, con dolores borrosos, con la esperanza caduca. La calle de las sombras me llevó a su antojo hasta las puertas mismas de un romance adrede que olía a pan fresco y crujiente. Mis manos frías, en mis bolsillos cálidos, no se atrevieron a golpear el rostro adusto de la rutina. Bajé, con mi silencio amargo, con pensamientos encontrados, con dolores de sal, con la desesperanza que me mezcla con la gente que baja murmurando por la calle de las sombras.