Mezclado en un mazo de cartas de palos por la espalda, me arrincono en un cono donde no pululan moscas como ángeles. Los restos de sal en un paquete de snack y la cerveza caliente, me recuerdan que me he quedado dormido en las vísperas de una borrachera precoz. Probablemente he muerto ya hace algún tiempo y estoy, ahora mismo, resucitándome con la tozudez que adquirí a fuerza de tragarme los caprichos que no hallaban a quién incomodar.
Tras la pared los albañiles insisten en romper a martillazos, la obra de días anteriores, en un afán de no superación, que me destroza los nervios y me empuja en puteadas por la ventana de mi cabecera, suicidándome contra el asfalto de la cara ignorante de quién no comprende mi intención, ni mi reclamo, ni la ira ferina que me controla por haberme despertado con casi una hora menos de descanso y una hora mas de sol, que me perfora los ojos.
La sensación que me produce encontrarme con mi perro, que jamás atina a devorarme la mano con que lo aparto camino al baño, me dispara sobre incongruencias inhumanas que se disipan con el agua fría que nunca acierto en llevar a mi cara sin salpicarme. Pero luego, como un autómata, sí acierto en sentarme a la mesa con un café con leche, demasiado caliente para mi paciencia. La misma mesa donde la cerveza sin espuma, convive con todo aquello que toma posesión de uno, cuando no se tiene porqué o por quién demostrar que se es capaz de un orden que garantice las inspiraciones que anteanoche se recitaron contra el oído de quién, por capacidad o por alguna razón inestimable, nos apruebe de una buena vez.
Oportunamente me hecho a rodar sobre el puñado de segundos en el que perduran mis melancolías y reconociéndome en el idiota que pude ser ayer, me aferro a la obligación de tener que ir a trabajar para bajar al mundo que desde mi ventana sabe a todo aquello tan exótico que puedo concebir y a lo que afanosamente no lograré pertenecer, como cada día.
Gus:
ResponderEliminarEstoy leyendo tu blog y a pesar de conocernos hace tan poco, de nunca antes habernos visto no quedan dudas sos un familiar!!!No sé si todos somos poetas o si cada uno tiene un poeta dentro suyo, o si algunos de la realidad que tenemos a diario nos apropiamos, la analizamos y plasmamos en un papel lo que sentimos...Lo cierto es que lo que estoy leyendo plagado de sentimientos genera en mi un efecto de lo mas grato...
Te felicito!!!
La vida tiene el don de sorprendernos siempre y cruzarte en tu camino con personas que valen la pena conocer (esto no sólo lo pienso yo sino también Carlos)...
Mariela Estelrrik