Inaceptable es aquello que otros se permiten,
como adivinando los deseos de nuestra vergüenza,
con ese desparpajo anormal e inmoral del mural
de los rojos de la propia roja sangre,
que vemos desde la ventana de la propia inconsistencia.
Habitaré tibiamente tus entrañas para salirme y volverme minúsculo, incompleto, ínfimo. Llenaré de silencio los mares, cruzaré de lado a lado la tierra. Volveré mi vista una y otra vez, para descifrarte y encontrar el canal que me devuelva. Lloraré mis dudas. Me haré más en vientres extraños, para ver el ciclo y elucidarlo. Abdicaré. La tierra me hará suyo, y me abandonará en lágrimas y sudor el agua. El viento me llevará consigo a dispersarme en otros ciclos. El fuego flameará mi olvido. GOC.
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