Una lluvia muda sobre el mar sediento.
Una promesa de cielo limpio después de una noche.
Una fresca brisa con sol para descansar del agobio.
Una amarra para pensar en lo que nos haya embarcado.
Una fuente de atención a sus inquietas decisiones.
Una hoguera crepitando las horas de frío.
Una voz de alivio para clamar su convicción.
Una sonrisa a solas para reproducir sus olores.
Una tibieza real para despertar de un sueño.
Todo sólo para que me acompañe, usted señora,
a evitar los silencios de mi cama sin besos.
Las ofertas de vida y a la vida, deben gritarse hasta que reciban una respuesta. ¿Escuchaste esa respuesta?
ResponderEliminarMis gritos parecen enmudecer entre tanto ruido. El albor de una respuesta parece amanecer en el horizonte. Es probable que aun pueda despertar.
ResponderEliminarSiempre hay respuestas a esas ofertas. Hay que estar atento. El universo siempre responde.
ResponderEliminarSylvana: Me han apalzado en Astronomía y también en Astrología. Otras veces he olvidado mi mercancía. Beso.
ResponderEliminarNo sabía que se necesitaba saber de fisiología o anatomía, o algo similar, para seguir respirando. Claro que puedo estar equivocada, como ves soy mexicana, y no me conflictúa el equivocarme.
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