Qué es sino un árbol crecido despojado de su verde follaje o el mensaje en la botella que se estrella en las rocas o el resumen escueto de una historia de años tras años o la sensatez de merecer unas caricias más dedicadas o la madera rota del naufragio, en mares inhóspitos o la estela del viento que concluye con la ilusión o el insomnio mío que nadie puebla con existires o la espesura del placer en las propias manos o la mirada sobre ningún hombro inmediato o el querido amor de quien uno quisiera o la estirpe silenciosa de una condena o el llanto que logra mojar la camisa o la plaza de los anónimos cercanos o la tranquila inquietud actual o la luz seca del desgano o la mar de penas. Qué es la soledad, sino la misma soledad que presagian mis preguntas.
Habitaré tibiamente tus entrañas para salirme y volverme minúsculo, incompleto, ínfimo. Llenaré de silencio los mares, cruzaré de lado a lado la tierra. Volveré mi vista una y otra vez, para descifrarte y encontrar el canal que me devuelva. Lloraré mis dudas. Me haré más en vientres extraños, para ver el ciclo y elucidarlo. Abdicaré. La tierra me hará suyo, y me abandonará en lágrimas y sudor el agua. El viento me llevará consigo a dispersarme en otros ciclos. El fuego flameará mi olvido. GOC.