Esto me sirve sin dudas para adivinar la vida en el rostro de cada uno de los que pasan. Para practicar una invitación a escuchar alguna música a esa mujer que parece estar pensando como yo. Para hablar en voz alta y gritar los versos de un poema que prometo no escribir para no ponerme a su merced. Para volver a excusarme sobre las heridas revueltas e infectas por las que supuro pasado y fracasos. Para caminar por las calles sucias y mirar las piernas de las mujeres que desaparecen en los portales oscuros. Para comer a deshora y sin mantel sobre una mesa poblada de libros ilegibles y botellas vacías de aguas malditas. Todo el tiempo que abarca la soledad que abarca todo mi tiempo, me sirve, sin dudas, para conservar la cordura y no arrojarme al abismo de la bolsa donde terminan mis residuos inútiles.
Habitaré tibiamente tus entrañas para salirme y volverme minúsculo, incompleto, ínfimo. Llenaré de silencio los mares, cruzaré de lado a lado la tierra. Volveré mi vista una y otra vez, para descifrarte y encontrar el canal que me devuelva. Lloraré mis dudas. Me haré más en vientres extraños, para ver el ciclo y elucidarlo. Abdicaré. La tierra me hará suyo, y me abandonará en lágrimas y sudor el agua. El viento me llevará consigo a dispersarme en otros ciclos. El fuego flameará mi olvido. GOC.