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Mostrando entradas de febrero, 2008

Los conspiradores

De izquierda a derecha: Indeciso y desconcertada. El ciego y su esposa. El infiel. La asistente social. El guardavidas. Hace algunos años, ya no tantos ni tan pocos, habíamos tomado casi involuntariamente la costumbre de reunirnos, o más bien, de vernos a menudo. Éramos un grupo no muy grande de personas disímiles. Alguno era músico, otro cosechero, uno guardavidas, otro sólo era vago. Solía acudir un ciego y su linda esposa, un prestamista, un taxista, un sastre, un mecánico, un indeciso novio de una desconcertada, una secretaria, una enfermera, una médica, una diseñadora de interiores con un interior escabroso, una ingeniera no sé en qué, un pochoclero, un militante, una asistente social novia del sastre, un acompañante terapéutico, un psicólogo algo pesado, y creo que algún otro que ahora no recuerdo. Vaya!. Que no éramos tan pocos!. No había una razón tangible para frecuentarnos. Entre otras cosas: Solíamos prestarnos cosas, sólo por el gusto al agradecimiento o al reproche. Compa

Fumando espero...

'No me arrepiento de nada, lo único que lamento es haber nacido. Es tan largo morir, siempre lo he dicho, tan cansador a la larga'. - Samuel Becket (1906 - 1989). Nota: Becket también pensó que el cigarrillo sería más efectivo para acortar su espera.

Evidencia

- Ante tamaña evidencia, es probable que considere enamorarme ni bien sea menester y tenga la oportunidad. Y si así fuere, planearía amarla de tal forma que no podrá volver a resistirse... Foto: Le Baiser de l'Hotel de ville, Paris, 1950, Robert Doisneau. http://www.robertdoisneau.com/robert_doisneau_gallery3.htm

Sin palabras

Me entregó una nota que decía: - Si no puedes abrazarme, como un pullover que se olvida y que alguien nos alcanzá cuando aprieta el frío, entonces dejame ir esta noche. Le robé su espalda y su melena. Antes que la ciudad, la borrará de mi vista. Antes de encestar la nota en un tacho de basura. Después de quedarme mudo.

Una vez más

Ya he olvidado mis hazañas y me descalzo del calzado lustrado cuando llueve como llanto o como hoy. Ya he corregido mis acentos y callé en la calle del siniestro con la furia del presente que poseo. Ya he contestado los saludos y recordado el nombre equivocado en el instante previo a mencionarlo. Ya he lavado mis costumbres y secado al sol mis diferencias en el difuso límite de mi cuarto sueño. Ya he salvado las distancias y reconozco mi vereda ajustada cuando veo desde lejos, y hace tiempo. Ya he cobrado varios sueldos y compré calmas sin vencimiento que aún me sirven o casi me sirvieron. Ya he aprendido el recorrido y recito resistencias superadas donde perdía la razón junto a la calma. Ya he comenzado la reformas y en el nuevo espacio de mis aciertos me doy cuenta que, una vez más, entre todas la mujeres del mundo, no te elijo.

Nadie lo notó

Y a mi lado el mar amargo  y por sobre mi, nuboso  y la lluvia.    Y los pasos que dí, para no verte  y mi paraguas en vano  y la lluvia.    Y la ciudad atenuada  y más allá de vos  y la lluvia.    Y mi ropa húmeda de angustia  y un estigma curvo  y la lluvia.    Y aproveché a llorar  y nadie lo notó  y la lluvia.     

Insistencia

En el vulgar mercado de mi ignorancia he comprado algunas de las miserías de tus celos y pagué por eso con varias divisas que por cierto consiguieron dividirme. De momento hablo desde mis fracciones que no logro ensamblar ya que no coincido con mis partes intimas e ínfimas. En mis insignificantes riquezas consigo lo suficiente para echarme a reir sobre el espacio donde unos cuerpos de luz y sonido se empeñan en compenetrarse sin comprometerse con la historia o la anecdota que con atención logre creerte solo por el trabajo que te tomaste para mentirme. Por ahora, apenas si te extraño y me resulta extraño el tonto que fuí enrredado en el fragor de tus besos intermitentes, en la saga de tus palabras sagaces, y en la geografía de tus contornos de revista. Valoro, para molestar, lo que no tiene precio, el hondo surgir, la conmoción animista y la insistencia interior que te reinventa.

20.02.08 Razones Titulares

18:00 - Balean a un chico que tiraba piedras contra los autos en una ruta de Florencio Varela Un adolescente fue herido por un conductor que reaccionó luego de que le rompieran el parabrisas a pedradas, en la ruta provincial 53. La Policía indicó que en el lugar del hecho suelen usar esa modalidad para robar. 16:29 - Hallan muertos a dos de los cuatro hermanos desaparecidos por el temporal en Jujuy Son una chiquita de 8 años y un nene de 6, que habían sido arrastrados por las aguas junto a otros dos nenes a los que siguen buscando. 15:20 - En Paraguay, el pánico por la fiebre amarilla hizo colapsar los centros de vacunación LARGA ESPERA. Las extensas filas para vacunarse alcanzan las calles e interrumpen el tránsito. (EFE) Casi un millón de dosis destinadas a Asunción y sus alrededores se agotaron en dos días, mientras se espera un nuevo envío desde Francia. Ocurre tras la muerte de ocho personas, de un total de 37 enfermos. 12:04 - Detienen en Caballito a un pastor acusado de violar a

Aventajo

Expuesto a la intemperie de mi escaso ser me regenero en dudas e imprecisiones que una vez más me impiden hallar el arco imaginario por el que atravieso algunas veces hacia el lado de la realidad y otras veces hacia donde estoy siempre. No hay artilugios mágicos ni magia real sólo esta incapacidad de entender la textura de los hechos, el olor matricial de las visiones, el agobiante marco del horizonte y ésta cíclica condición que se repite. Me urge una prisa que se arrastra en el cuadrante de mi reloj a pilas y no hay muro definitivo donde estrellarme para detenerme unas rápidas horas a contemplar a esos dos que se besan en un instante mayor al de mis glorias. Atravieso una vez más el pasillo y, como cada vez, aquí me encuentro preso de la manera que elegí para construir una realidad que nadie reconoce ni espera, que se obstina en barajar dificultades y que guarda sorpresas que jamás puedo prever. Aún así, me estimula el olor de una mujer reciente que se escurre, que se repliega sobre

Fidelidad

Luchar.   Saber.   Saber hacer.   Hacer saber.   Queridos compatriotas: Les prometí el pasado viernes 15 de febrero que en la próxima reflexión abordaría un tema de interés para muchos compatriotas. La misma adquiere esta vez forma de mensaje. Ha llegado el momento de postular y elegir al Consejo de Estado, su Presidente, Vicepresidentes y Secretario. Desempeñé el honroso cargo de Presidente a lo largo de muchos años. El 15 de febrero de 1976 se aprobó la Constitución Socialista por voto libre, directo y secreto de más del 95% de los ciudadanos con derecho a votar. La primera Asamblea Nacional se constituyó el 2 de diciembre de ese año y eligió el Consejo de Estado y su Presidencia. Antes había ejercido el cargo de Primer Ministro durante casi 18 años. Siempre dispuse de las prerrogativas necesarias para llevar adelante la obra revolucionaria con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo. Conociendo mi estado crítico de salud, muchos en el exterior pensaban que la renuncia provisional

Cien veces no debo

Por cierto, éste es mi intento número cien. He aquí lo que he conseguido y lo perdido, mezclados en lineas de palabras que significan algunas de las cosas en las que pienso o a las que adhiero. Se alinean también, los olvidos acometidos y los recuerdos con sus improntas. Qué alegría y qué pena!. cien to!.   2007   abril     1.  Bienvenida leer intento 2.  Seré quién deba. leer intento 3.  A quién entienda leer intento 4.  Entonces... leer intento 5.  Suelo leer intento 6.  Cuando te atrevas... leer intento 7.  No estás. leer intento 8.  Tanto sinsentido leer intento 9.  Antes de dormir leer intento 10.  Una sospecha leer intento 11.  Hablarme en la madrugada leer intento 12.  Igual que siempre leer intento 13.  Aunque no quiera leer intento 14.  Si esperas atenta leer intento 15.  Dormir de más. leer intento 16.  De otra forma leer intento 17.  Agobio, tonterías y reproches. leer intento 18.  Necesito un cambio leer intento 19.  El héroe de la laguna leer intento mayo     20.  Dirigirt

Al saber

Secó sus labios, su frente. Acomodó su pelo, cargó su bolso y atravesó la puerta. El sol delataba una ciudad, una calle diáfana, una escalera que desciende y una puerta atravesada. Miró mi ventana donde no la esperaba, detuvo un taxi mis tiempos sanos y una ciudad delatada. Mis ojos en mis manos y mi cuerpo, en más, la anhelarían en vano.

Mañana a las tres

Mis parámetros han cedido y mi pensamiento vaga sobre la cuerda de un equilibrista algo exhausto, algo borracho. No discrimino, ni medio, ni limito. No puedo percibir lo comprensible, ni lo incomprensible. Recorro palabra a palabra la estela que mi mente deja y no logro deslizarme en estos escritos que sudan enigmas caprichosos. Huelo a sabia de ignorancia y me alejo del árbol y del bosque, para no permanecer ni ser visto. En cada lugar habrá un espacio para los que se detengan a beber y jamás retomen su marcha. Prefiero la sed y un camino posible. Pero ya van a ser las tres y ella está por llegar. Me dará forma con sus abundantes manos y al marcharse despreciará mi gratitud. Me perderé en los vericuetos de mi pequeña casa y así estaré allí, hasta que vuelva a golpear mi puerta. Ojalá que mañana a las tres.

Zona Marital

Desmotivado

Inmunización

Extracción de la última carta, a mi última Necesaria . "Ya de niño desarrollé un carácter manipulador. De alguna forma o por alguna razón, sabía cómo comportarme para que nada me afecte más alla de mi susceptibilidad y sensibilidad desmesurada. La extorsión, por ejemplo, era una actitud que me ponía en un estado de alerta particular. Recuerdo que soportaba la tortura de que me vacunen, sólo para dar a mi padre la oportunidad de que cumpla alguna de sus promesas o por lo menos esa última. Creo que ésto me ayudó a protegerme de algunas pestes, fortaleciendo mi esceptisismo." NOTA: Quizás por ésto es que no logro escribir una carta de amor, sin evitar párrafos como éste.

Excusa de evasión

- Para mi, todo tiene un trasfondo que no logro elucidar. Un misterio profundo, una intención macabra. Pero no está en mis virtudes poder comprenderlo o tener una visión superlativa que ayude a alguien a anticiparse a alguna desgracia. Su mirada profunda me miró con desconcierto. Un reflejo desconocido le cambió el semblante. Llevó su mano a la cartera y sacó cinco pesos, que dejo sobre la mesa mientras sentenció: - Necesito vincularme con mentes mas simples y osadas. Te dejo con tus misterios para que te evadas según te quede más cómodo. Adiós!. Si algún día logro saberlo, te llamaré para decirte si fué un gusto conocerte. La boca del subterráneo se la devoró, apenas traspasó la puerta del bar. Llamé al mozo y le pagué los catorce pesos de la cuenta. Me marché caminando por la vereda de una avenida contaminada de carteles publcitarios y vidrieras. En mi mente rondaba una idea: -Quizás deba llamarla alguna vez, para reclamarle los dos pesos de diferencia.