- ... ya ves, mi infancia huyó de mi como una sombra que no quizo estar ligada a mi existencia. Tuve suerte de verla huir. De otra forma no sabría que fue de ella. Debo reconocer que muchas veces yo mismo, haría lo mismo conmigo. El problema es que a esta altura de mi adultez aún no sé hacia dónde se proyecta la luz. Sé que un día mis pupilas harán foco en alguna cosa y esa será la oportunidad para justificarme mientras tanto.
- Hey!. Mirá yo pensé que me invitarías a un telo. Está bueno lo que me contás, pero tengo que irme. Mis hijos están por salir del colegio. Nos vemos otro día o quizás... nunca.
Huyó de mi como una sombra que no quiere estar ligada a mi existencia. Seguiré buscando una sombra, un par de días más. Si no la encuentro, la llamaré para invitarla a un telo.
Gus,
ResponderEliminary siii, creo que nos parecemos y mucho.
Tampoco encontré esa luz en donde enfocarme, y creo estar perdida entre tantas lucecitas que ya me molestan...
Mi vida es confusa, y no encajo en muchas cosas... ojalá la encuentres, ojalá la encuentre... mientras tanto, hay que seguir viviendo, no?
Mil besos
Gus, dejé algo para vos en mi Blog, espero no te enojes y te guste...
ResponderEliminarbesotes...
Rox
Gracias Enredada!.
ResponderEliminarSeguiré intentando mis méritos!.
¿Cómo se puede resistir a esas palabras?
ResponderEliminarLo que huye es por miedo, ¿no?
ResponderEliminarA mí nunca me gustó huir ni que me huyeran. Por eso tampoco creo en las justificaciones, sino en el ser, existir en esa luz. Su enfoque ya no depende de nosotros.
Anfitrite: Has visto?!. No es la primera vez que me sucede. Uno nunca sabe cómo obra en los demás nuestro discurso, sobre todo si se es tan poco intuitivo como yo.
ResponderEliminarFernando: Pasa que mi problema esta en el sinsentido y en que, por lo general, se me dá bien la oscuridad, o por lo menos más comunmente. La luz devela cada cosas!, que mejor no ver.
Con ese discurso no te vas a levantar ni a la mañana!
ResponderEliminarxD
sabes que un sueco del siglo XIX, con tu mismo nombre (carl gustav jung) también habla de la sombra. nombra a la sombra como aquello que queda sin integrar en uno, y opera luego desde atrás, con el fin de cobrarse el haber sido bastardeada, otrora. salvajemente así.
ResponderEliminary ? la invitaste finalmente?
muy bueno tu escrito.
fe de erratas
ResponderEliminarera suizo, no sueco eh. casi iigual. ja.
Me recordó un texto de Murakami, donde a la gente le quitan sus sombras. Me parece interesante como usas aqui la idea de las sombras, la de la infancia que huye, la de la mujer que no quiere estar ligada a la existencia del protagonista.
ResponderEliminarY sí, hay quienes tienen prisa para todo, otras vamos aprendiendo, aunque sea poco a poco, a tener paciencia.