Ir al contenido principal

En frío


Desnudo.
Desprovisto del traje azul
de las certidumbres acaecidas,
me rehusaré al silente desgaste del mar,
a la luz improbable y siniestra de la carretera
y al descanso oscuro.

Solo.
Saldré a perderme por las calles
de su airada y aislada geografía decorosa,
no cosecharé más que sudor de cerdos
en el estupor de sus caras omisiones
y en la abrumadora inconsciencia
de sus indeseados besos.

Mudo.
Olvidaré la luna de papel
en un cielo sin preámbulos ni tormentas
y la oscura o profunda noche sin galas
se derramará en mi mesa desvencijada
manchando las hojas de mi cuaderno,
mancillando con horror las letras
y acuñando en ciernes las malditas
piezas del insomnio.

Desvelado.
No hallaré la mítica paz
en lo que reste de aquel o aquellos días,
ni en la prensa de la mañana perdida;
ni en la mano de las uñas que me peinen.
Únicamente un remanso ciego de ruidos
que omitirá por ausente, la forma del deseo,
la mitigada frecuencia obscena
y la piel estremecida o dura
de mi cuerpo en frío.

Desnudo.

Comentarios

  1. Gustavo,
    No me lo tomes a mal. Te he imaginado desnudo, sin tu traje azúl, desprovisto de corazas, solo, más no indefenso. He imaginado un guerrero desnudo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. tal vez sea no otra, que la vicisitud de un nacimiento.
    elijo eso.

    me gusta tu estilo. abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Me encanta la cadencia de las palabras en este poema. Además me induce muchas imágenes. Y al final me deja con la sensación del título.

    Yo diría que es mucho más que un intento.

    ResponderEliminar
  4. Otro intento?

    No se cuantas veces has intentado ulcerar la diana, pero por lo menos con este has perforado su pleno centro.

    Excelente material!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Como siempre

- Fijate en la alacena, hay fideos moñitos y medio paquete de harina triple cero justo al lado. - ... - ¡Pero! No puedo creer que no lo encuentres. Abrí la otra puertita. Fijate que hay un tarro con arroz y un frasco de mermelada que ahora tiene orégano. Tiene que estar por ahí. Subite a una silla, que vas a ver mejor. -... - ¿¡Será que tengo que ir yo!? Vos jugás con eso. Sabés que siempre termino haciendo todo por vos y eso te gusta. Así nunca vas a independizarte o aprender a resolver las cosas... -... - ¿Viste las llaves? Suena el timbre. Nunca sé dónde dejo las llaves. ¡Acá están! Esperame un poco, voy a abrir la puerta. - ... - ¡Hola mi amor! Dale, pasá. - ¡Hola papi! Dame un beso. ¿Con quién hablabas?. - Con nadie hija, sólo jugaba a que ya habías llegado. - ¡Ay, papi! ¡Pero qué ansioso! - y me abrazó... como siempre.

Cicatrices y muecas

Es verdad tengo la ceja partida e implante dental, ocho piezas de fina porcelana. Tengo muchas cicatrices cosechadas en épocas de furia, cuando fracasé en arreglar el mundo con mis propias manos. Tengo partes de mi cuerpo que sí puedo descubrir, pero no describo, por pudor. Tengo partes de mi cuerpo que no puedo describir, pero sí descubro, por pudor. De lo que perdura tengo esta mueca sin cicatrices. Se reproduce por si sola y bastante a menudo. ¿Ves?, es así. ¿Te gusta?, sí que es linda. ¡Quédatela!, tengo varias. ¡Mira, acá tengo otra!. Las demás muecas sólo representan lo demás... gestos indigestos.

Porque aún no sé

Les dejo aquí anécdotas de navidades, año tras año y de cumpleaños con ausencias y sin edad. Les dejo aquí primeros días de clases en marzos con calor aún, como en aquel año, años atrás. Les dejo aquí un listado de madres con pañuelos, que los siguen buscando, en la misma plaza. Les dejo aquí un listado de hijos y de nietos que hoy conocen sus nuevos, nombres verdaderos. Les dejo aquí otro listado con abuelos, hermanos, tíos, primos, sobrinos, vecinos, maestros y obreros, sin olvido. Les dejo aquí noticias de justicias que aún no llegan e injusticias de siempre, que se vuelven nuevas. Les dejo aquí la memoria de casi todo el pueblo que aún sufre y sangra por heridas viejas. Les dejo aquí mi nombre y mi identidad y vida para aquellos que no los quieren ni nombrar. Les dejo aquí la flor que aún no sé dónde dejar y me sangra en los ojos que no dejarán de buscar. 1976 - 24 DE MARZO - 2008 Por la memoria de los 30.000 desaparecidos. No olvidamos – No perdonamos JUSTICIA, MEMORIA Y VIDA