Se que la canción está sonando
porque mi piel vibra
pero no la escucho.
El cielo de este día parece para siempre
y adivino verte aparecer
detrás de una sombra.
Siento la canción que no escucho
porque la canción no ha terminado y suena.
Quizás nunca vuelva a ser de noche,
ni silencio de luz omnipresente
y de canción interminable.
La materia que es viva
y enloquecida al oír tu nombre
me arrebata los ojos.
No lograré verte
ni escucharé la canción
hasta que deje de vibrar
el cuerpo de mi cuerpo.
Cierro definitivamente los sentidos
para concentrarme hasta explotar
desde la cicatriz del centro.
Me muevo hacia todos los espacios de la casa
y la canción suena y lo sé por mis manos que te buscan.
La música sigue sonando
y yo sin escucharla
me recojo en pedazos
y me voy juntando entre mis manos.
No veo a quién canta la canción
que no escucho
pero se que sigue sonando
entre las cortinas temporales.
Nadie aparece de una sombra.
Nadie aparece por una pregunta.
Nadie abandona
la penitencia del abandono
y quien regresa es
distinto de temores al abandonado.
La canción suena detrás de las miradas
y se cuela por las luces que invaden
el cuerpo de mi cuerpo
que no la escucha
por nombrarte.
porque mi piel vibra
pero no la escucho.
El cielo de este día parece para siempre
y adivino verte aparecer
detrás de una sombra.
Siento la canción que no escucho
porque la canción no ha terminado y suena.
Quizás nunca vuelva a ser de noche,
ni silencio de luz omnipresente
y de canción interminable.
La materia que es viva
y enloquecida al oír tu nombre
me arrebata los ojos.
No lograré verte
ni escucharé la canción
hasta que deje de vibrar
el cuerpo de mi cuerpo.
Cierro definitivamente los sentidos
para concentrarme hasta explotar
desde la cicatriz del centro.
Me muevo hacia todos los espacios de la casa
y la canción suena y lo sé por mis manos que te buscan.
La música sigue sonando
y yo sin escucharla
me recojo en pedazos
y me voy juntando entre mis manos.
No veo a quién canta la canción
que no escucho
pero se que sigue sonando
entre las cortinas temporales.
Nadie aparece de una sombra.
Nadie aparece por una pregunta.
Nadie abandona
la penitencia del abandono
y quien regresa es
distinto de temores al abandonado.
La canción suena detrás de las miradas
y se cuela por las luces que invaden
el cuerpo de mi cuerpo
que no la escucha
por nombrarte.
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