La perdida noche cálida de este invierno
me llevó a las calles desconcertadas
de esta Buenos Aires de gobierno frustrado.
Las luces amarillas del alumbrado público
oxidan el asfalto, mi ánimo y las sombras
de los que aventan cervezas en los bares.
Pienso en las contradicciones de mi pueblo,
de toda esta gente que practicó un ejercicio
de decisiones tomadas en el silencio del alba.
Anoche conocí a Casciari y su efecto concreto,
develando con destreza algunos secretos sabios
y por los que me pasaré al otro lado del mundo.
Pienso doblar en la próxima esquina y volver.
Cruzaré la calle a mitad de cuadra, iré hacia
mi casa, a mis papeles, a mi ordenador, a mi.
Seguramente me aguardan verdades a medias tintas
que no sabré sobreescribir o transcribir o prescribir
para alejarme, encender la luz y restregarme los ojos.
Ahora es muy tarde y Buenos Aires sigue allí
y aquí bajo mis pies y sobre mi vista previa
que reconoce los adoquines de un nuevo rumbo.
En mi mesa espera una carta de mi amada hija
que volveré a leer por primera vez y que dice:
"¡TQMM! Con orgullo, tu hija Pilar."
me llevó a las calles desconcertadas
de esta Buenos Aires de gobierno frustrado.
Las luces amarillas del alumbrado público
oxidan el asfalto, mi ánimo y las sombras
de los que aventan cervezas en los bares.
Pienso en las contradicciones de mi pueblo,
de toda esta gente que practicó un ejercicio
de decisiones tomadas en el silencio del alba.
Anoche conocí a Casciari y su efecto concreto,
develando con destreza algunos secretos sabios
y por los que me pasaré al otro lado del mundo.
Pienso doblar en la próxima esquina y volver.
Cruzaré la calle a mitad de cuadra, iré hacia
mi casa, a mis papeles, a mi ordenador, a mi.
Seguramente me aguardan verdades a medias tintas
que no sabré sobreescribir o transcribir o prescribir
para alejarme, encender la luz y restregarme los ojos.
Ahora es muy tarde y Buenos Aires sigue allí
y aquí bajo mis pies y sobre mi vista previa
que reconoce los adoquines de un nuevo rumbo.
En mi mesa espera una carta de mi amada hija
que volveré a leer por primera vez y que dice:
"¡TQMM! Con orgullo, tu hija Pilar."
Me encanta como haces poesía de la cotidaniedad
ResponderEliminarEl titulo en grande y negro que resalta, de lo que te dijo Pilar...eso es lo más importante y bello que tienes en la vida, y tendrás..
Un beso a los dos Gizz
Hablar de ORGULLO un 18 de julio no es lo mas lo mas, cómo decir?
ResponderEliminar"La perdida noche cálida de este invierno me llevaron..." ??? O me llevó?
Gracias por la corrección.
ResponderEliminarNo entiendo el asunto de las ocasiones para "lo más de lo más"...
No dice lo más de lo más, dice lo más 2 veces.
ResponderEliminarSi no entendés no importa, no puedo decirte todo.
De nada por la corrección.
Gus, el orgullo de ser papá de Pilar, eso es lo verdadero... lo demás... lo que vivimos, lo que vemos, lo que nos toca y lo que nos roza...
ResponderEliminarte quiero
Me gustó ese párrafo de las verdades a medias tintas.
ResponderEliminar¿Y qué más decía la carta?